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INFORME SEMANAL


REPORTAJE

186. "Los últimos esclavos". 29/5/2004

Un reportaje de VICENTE ROMERO
Imagen: JESÚS MATA
Sonido: FERNANDO GARCÍA BRIOLES
Montaje: J. C. CARRAZÓN

PAISAJES DEL CHACO, EN EL SUR DE BOLIVIA. GENTE TRABAJANDO EL CAMPO.

A comienzos del siglo XXI, la esclavitud aún existe en algunos rincones olvidados de El Chaco, en el sur de Bolivia. Es un secreto a voces, denunciado por distintas organizaciones humanitarias, que miles de indios guaraníes sufren una explotación extrema, y son considerados por los terratenientes como un ganado humano de su propiedad. Cobran dos euros por jornada de labor, sin días de descanso ni tipo alguno de seguridad social. Pero la mayoría no sabe sumar ni escribir y permanece atada por las deudas a unos patrones que les llevan las cuentas.

VICENTE ROMERO (enviado especial a Bolivia):
Cuatrocientas familias campesinas permanecen cautivas en las grandes haciendas de esta zona, viviendo y trabajando en condiciones muy parecidas a la antigua esclavitud de indígenas durante la colonización española.

TRABAJADORES INDÍGENAS EN LA ZONA.

Se trata de humildes campesinos como esta pareja de ancianos, que nacieron en la hacienda del patrón y han pasado sus vidas sin salir de ella, trabajando de sol a sol a cambio de la comida y unas monedas. Al final de sus días tan solo poseen una choza de adobe y una huerta que el amo les cedió cuando quiso deshacerse de ellos. Sus hijos han heredado la pobreza y sufren su misma esclavitud. Nunca aprendieron a leer y apenas hablan castellano.

SACHA LLORENTI (Asamblea Derechos Humanos):
“Cuando hablamos de estas poblaciones hablamos no solo de que no les permite el libre tránsito, sino que sus condiciones de trabajo, las formas de las relaciones laborales que se han construido, no pueden catalogarse de otra forma sino de una relación de esclavitud propia del siglo XV o del siglo XIV.”

MINISTERIO DE DESARROLLO SOSTENIBLE. FUNCIONARIO SEÑALANDO EN EL MAPA.

Sin embargo desde el gobierno se minimiza el problema. Oficialmente la esclavitud se enmascara con la profunda pobreza que sufren los indios guaraníes.

ROBERTO IBARGÜEN (Ministerio Desarrollo Sostenible):
“Como cautivas, cautivas no creo que en este momento quede entre el 5 y el 10 por 100 de la población guaraní, que podría estar en esas condiciones en espacios muy alejados, muy marginales del territorio guaraní. Lo que sí queda es una gran masa todavía de poblaciones con un alto nivel de pobreza.”

CARRETERAS DEL CHACO. REUNION DEL CONSEJO DE CAPITANES GUARANÍES.

Las organizaciones indígenas, como el Consejo de Capitanes y la Asamblea del Pueblo Guaraní, han denunciado reiteradamente el atropello de los derechos más elementales por unos patrones que aún emplean látigo y pistola contra sus trabajadores.

EFRAÍN VALLEJO (Consejo de Capitanes):
“Hay unos 142 esclavos en todo el departamento. Pero más fuerte está en la zona de Huacareta, que hay 400 familias en la esclavitud, huasca, están sufriendo hambre, todo, ¿no? El patrón es como el dueño de una masa de gente ahí, es como un dios para ellos. “

VICENTE ROMERO:
“¿Cómo es posible que habiendo en Bolivia una democracia exista todavía un régimen de cautividad, incluso de esclavitud dentro de las grandes haciendas?”

EFRAÍN VALLEJO (Consejo de Capitanes):
“La mayor parte de los que están en el poder son ganaderos, propietarios, hijos de patronos, o sea no hay un solo representante guaraní en el poder. Aunque lo hubiera, una persona no puede hacer nada. Porque todos los que están metidos en el poder son de clase alta, los que dominan económicamente.”

FINCA DE REINAGA DE LEJOS. TRABAJADORES CON SU PROPIETARIA, DOÑA LILIANA REINAGA.

Los hermanos Reinaga son dos de los terratenientes que aún mantienen trabajadores cautivos, aunque la mayoría escapó hace meses de su finca. Román Reinaga posee 700 cabezas de ganado y una gran extensión de tierras de cultivo, pero ni siquiera dispone de coche propio. Porque estos hacendados son ricos entre los pobres.

LILIANA REINAGA:
“Ahora eso que dicen que los terratenientes somos millonarios, usted ve en la condición precaria en que vivimos y como está en este momento la cuestión del agro. Entonces pueden tener una apreciación de que no es lo que se dice que estamos en la opulencia. Somos una clase media que tenemos unos cuantos trabajadores y la relación es buena.”

FINCA DE OTRO HERMANO REINAGA. LLEGA EL CAPATAZ A CABALLO.

Desde que enviudó, el mayor de los hermanos Reinaga pasa mucho tiempo en la lejana ciudad de Santa Cruz. Su hacienda, su ganado y sus peones han quedado a cargo de un capataz, que no se atreve a denunciar al amo, porque le permite cultivar una huerta para alimentar a sus hijos.

CLEMENTE BARRANCO (capataz):
-- “¿Cuanto te paga?
-- 20 bolivianos me paga.
-- ¿Y a los demás trabajadores, lo mismo?
-- No, 15 a los otros.
-- 15 son 2 euros...
-- 2 euros, sí
-- Es muy poco, ¿no?
-- Yo creo que es muy poco
-- ¿Puedes vivir con ese dinero o no?
-- No alcanza.
-- ¿Tienes días de descanso?
-- Tengo días de descanso. Cuando me da la gana trabajo y si no, no.
-- Pero si no trabajas, no cobras nada.
-- No cobro nada.
-- Vacaciones tampoco tienes...
-- No, no tengo vacaciones.
-- ¿Cuánto tiempo llevas viviendo y trabajando aquí?
-- Más o menos, unos 20 años.
-- ¿Desde que eras un niño?
-- Sí. desde los trece años...”

SANDRO ALARCON (delegado indígena CIPCA):
“Los patrones los entrampan. Les dan víveres, ropa, incluso les venden herramientas para trabajar en su misma hacienda. Entonces, después de un tiempo, el patrón le dice ‘me debes todo esto que te he dado, así que tienes que quedarte a trabajar.’ Lo que a mí me sorprende es que en pleno sigo XXI parientes de un senador de mi país estén ahí con familias cautivas, tengan familias cautivas. Es el caso de los hermanos López, Willy López, Santiago López, Javier López que son parientes de Morgan López, que es senador de la República de Bolivia.”

PLAZA DEL SENADO EN LA CIUDAD DE LA PAZ

Las instituciones del Estado permanecen sordas ante las denuncias. Y el senador Morgan López, jefe del grupo parlamentario del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, rechaza todas las acusaciones.

MORGAN LOPEZ (senador del MIR):
-- “Yo no creo que exista en este momento en Bolivia un pueblo esclavo, un pueblo originario esclavo. Lo que yo creo que existe en Bolivia son varios pueblos originarios marginados, que el estado no ha tenido la capacidad de hacer respetar sus derechos.”

HACIENDA DE HUMBERTO LÓPEZ. EL PATRONO PASEA POR UN PRADO.

Hermanos, primos y otros parientes del senador López se reparten la propiedad de las mejores tierras en la vecindad de Huacareta. De sus haciendas han escapado muchos esclavos durante los últimos años, pero todavía mantienen cautivas a familias enteras de campesinos.

HUMBERTO LOPEZ (hacendado):
-- “Mi hacienda es pobre, yo también medio pobre. Entonces como le digo tengo unas 200 cabezas de ganado, entre chico y grande el ganado, que es de toda mi familia no solo de mí. Trabajo un poco la agricultura.
-- ¿Y cuantos trabajadores tiene aquí, señor López?
-- En total, cuatro.
-- ¿Qué les paga usted?
-- Les pago, les pago.
-- Sí, pero cuánto.
-- 15 bolivianos, con todo, coca, desayuno, almuerzo, cena. Cuando se enferman también lo hago curar, no les recargo nada. Yo los mantengo a toditos, a toditos los mantengo.
-- Pero el día que no trabajan no cobran.
-- Igualito comen, pero no cobran, no cobran. Porque no hacen nada, y les doy la comida.
-- ¿Viven aquí dentro con sus familias?
-- Aquí, aquí, aquí viven. Yo les doy para sus gastos y ellos van pagándomelo trabajando.”

CORREDOR DONDE DUERMEN LOS PEONES.

En este zaguán trasero, entre sacos y herramientas, duermen los peones de la finca, que ni siquiera disponen de una habitación común donde cobijarse.

HUMBERTO LOPEZ (hacendado):
“Aquí duermen tres nada más, los otros duermen en la otra cocina.”

Señora de HUMBERTO LOPEZ (hacendado):
-- “¿Cuanto personal de servicio tiene?
-- La cocinera no más, y los que están en la casa no más.
-- ¿Pero cuantos viven en esa casita?
-- Ah, en esa casa vive... ella tiene cinco hijos... ella seis, otra tiene cinco hijos también... diez, y su hermano... Unas doce personas han de saber que viven aquí. Aquí no más comen la comida que les doy yo.”

CAMPESINOS PONIENDO UN CERCADO

Poner fin a estas formas de explotación extrema del campesinado exigiría la entrega de tierras a los indígenas y la concesión de microcréditos para financiar la formación de cooperativas agrarias. Algo que forma parte de las utopías políticas bolivianas.

OFICINA DE MEDICUS MUNDI EN LA PAZ

Sin embargo, una ONG española --Medicus Mundi de Navarra-- ha logrado poner en marcha un proyecto social con los representantes indígenas de El Chaco, demostrando que algunos sueños que parecían inalcanzables pueden hacerse realidad.

JAVIER ROMÁN (Medicus Mundi):
“Desde 1999 hasta el 2003 finales, hemos trabajado en la liberación de las familias guaraníes que vivían en cautiverio, se han realizado tres asentamiento beneficiando a 160 familias, dotándoles de sistemas de agua y riego, escuelas y canchas deportivas.”

UNA CARRETERA EMBARRADA NOS CONDUCE HASTA UNA. COOPERATIVA INDÍGENA.

A cuatro horas de la ciudad de Monteagudo, en una zona de difícil acceso con caminos casi intransitables, se encuentra una de las tres fincas adquiridas por Medicus Mundi en las que se han creado cooperativas de esclavos liberados.

TRABAJADORES EN EL MAIZAL.

En las tierras fértiles de Aguairenda, se establecieron 350 campesinos, pertenecientes a 62 familias guaraníes, de las que tan solo tres abandonaron el proyecto. Dos años después sus esfuerzos se ven recompensados. Por primera vez en sus vidas, labran, siegan o pastorean para ellos mismos, sin que amo alguno se lleve los beneficios.

LUCIANO AVENDAÑO (Dirigente liberados):
-- “Los dueños de las haciendas trataron de impedir que os marcharais?
-- Sí. En principio, como le dije siempre ellos no querían que nosotros salgamos, ¿no? Han intentado detenernos de todos lados, de todas formas.”

MUJERES TRABAJANDO EN UNA HUERTA

Las mujeres han organizado huertas colectivas --una cada diez familias--donde cultivan hortalizas destinadas al propio consumo: lechugas, tomates, cebollas y zanahorias, cuyos excedentes ponen a la venta. Trabajan con entusiasmo, recordando los tiempos amargos aún cercanos, cuando apenas tenían que comer y debían soportar los malos tratos de sus antiguos amos.

LENI (agricultora):
“Son malos, nos trataban mal, nos pegaban. Y también no nos atendían bien con la comida. Así como perros nosotros trabajábamos para ellos. Y ahora que estamos aquí en la comunidad nos sentimos bien, trabajando para nosotros no más, no para los patrones.”

CLASES EN EL COLEGIO DE LA COOPERATIVA.

Los 140 niños de Aguairenda acuden al colegio construido con fondos de la Cooperación Navarra y del Ayuntamiento de Pamplona. Estos críos forman la primera generación de campesinos guaraníes que podrán seguir estudiando después de cumplir los doce años.

FIESTA EN EL PORCHE DE LA ESCUELA. REPRESENTACIÓN TEATRAL.

Acabadas las clases, los alumnos representan una función teatral escenificando la explotación que sus familias han dejado atrás. Los adultos los contemplan, seguros de sus hijos nunca tendrán que vivir la violencia que soportaron ellos.
 

 
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Última actualización:
13-Mar-2005
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