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INFORME SEMANAL


REPORTAJE

199. "El viaje de los malditos". 25/2/2006. Duración: 12 min.


PASO DE CAMIONES POR EL DESIERTO.

En las rutas que atraviesan las tierras desérticas de Níger, resulta frecuente cruzarse con camiones abarrotados de hombres y mujeres que se dirigen a las fronteras del norte. La mayoría proviene de distintas naciones africanas, y realiza un viaje tan largo como decisivo para su destino, apostando su propia vida por la conquista de un sueño de prosperidad.

TÍTULO: “EL VIAJE DE LOS MALDITOS”

IMAGENES DE ARLIT.

Miles de emigrantes subsaharianos se dan cita en Arlit, una urbe mísera alzada junto a las minas de uranio, desde donde las mafias locales se encargarán de encaminarlos hacia las fronteras de Europa. Se trata de un tráfico masivo, pero que transcurre en una clandestinidad impenetrable.

PHILIPPE BATIONO (Misionero en Arlit)

Hay organizaciones de guetos donde los emigrantes se reúnen y duermen, pero es muy difícil encontrarlos porque tienen miedo de la policía y tienen miedo también de los gendarmes que los atracan a causa de los papeles.

MAPA DE NÍGER.
IMÁGENES DE CARRETERAS.
CALLES DE MARADI.

Arlit es la última estación antes de cruzar el desierto del Sahara, rumbo a Marruecos o Libia, para después dar el salto definitivo hacia España o Italia. Pero el viaje de los malditos de África comienza mucho más al sur, en las regiones fronterizas con Nigeria.

ESTACIÓN DE AUTOBUSES.

Abigarrada y bulliciosa, Maradi, es un cruce de mil caminos que llegan de distintos rincones del continente, recorridos por quienes intentan escapar de la pobreza.

VICENTE ROMERO (enviado especial a Níger)

La estación de autobuses de la ciudad de Maradi, en el centro sur del Níger, precisamente una de las zonas más castigadas por el hambre durante los últimos meses en esta parte de África, se ha convertido en el punto de encuentro de centenares, miles, de emigrantes que emprenden aquí un viaje arriesgado e incierto hacia el norte, en busca de un futuro mejor en la enriquecida Europa.

IBRAHIM TSAHIROU

El mayor problema de muchos que llegan aquí es que no tienen papeles, pasaportes ni visados. Entonces buscan alguien que pueda ayudarlos a seguir adelante.

ILIASU KANO

Yo ya tengo intentado ese camino, pero sufrí mucho porque me robaron todo, no tenía dinero para comer y tuve que volverme.

JOSÉ COLLADO (Misionero Redentorista)

Vienen pidiendo ayuda porque en la frontera la policía o la aduana les ha expoliado, les ha robado todo lo que traían. Y entonces tienen que parar forzosamente buscando con qué continuar. Y aquí es donde duermen, aquí es donde comen, y aquí pasan el día buscando algún trabajito. Para mí la verdadera mafia es la policía, la aduana, todos los servicios que tendrían que estar aquí para ayudarles, pero lo que hacen es expoliarlos generalmente. Yo he visto a algunos llorar, ya grandes, porque se encontraban en una situación imposible. Hay otros que para tratar de seguir a lo mejor roban algo. Y entonces muchos de ellos acaban en prisión y generalmente hacen dos, tres, cuatro años en prisión. Y cuando salen lo único que quieren es continuar.

MISIONERO DA DINERO A LOS TRES EMIGRANTES

Aquella misma tarde, la policía de Maradi permitió que dos emigrantes de Ghana --detenidos por carecer de documentos-- salieran de los calabozos, para visitar al misionero español y pedirle un puñado de billetes para comprar su libertad y proseguir su odisea.

TRES EMIGRANTES EN KIOSCO

Solventado al problema, al día siguiente organizaban su viaje a Libia, sabiendo que allí encontrarán trabajo y conseguirán el dinero preciso para llegar a Túnez o Marruecos y, finalmente, realizar un peligroso trayecto en patera hasta las costas italianas o andaluzas.

LOS EMIGRANTES HABLAN EN UN CAFÉ

VICTOR SAMUEL

No hay más remedio que aceptar los riesgos, no podemos hacer otra cosa; estos países están hundidos, es imposible prosperar. Así que tenemos que ver si podemos viajar a través de Libia, para llegar a Italia y allí conseguir un trabajo que nos permita enviar ayuda nuestras familias.

ISRAEL HO

Tengo miedo, sí. Pero lo dejo todo en manos de Dios, para que me ayude. Y tiene que ayudarme porque El sabe que todas mis intenciones son buenas, (tanto para mí como para los que me rodean).

KOFI AMETEPE

Yo estoy casado y tengo dos hijos, pero en mi país no puedo encontrar trabajo. Y los trabajos que puedo encontrar no me satisfacen. Hace ya tiempo que estoy cansado de la miseria, y quiero que mis hijos tengan mejores oportunidades.

EMIGRANTES SUBEN EN EL AUTOBÚS

Horas más tarde, estos tres fugitivos de la miseria emprenderían la siguiente etapa de su aventura --más de 400 kilómetros rumbo al norte hasta alcanzar la ciudad de Agadez-- hacinados a bordo de uno de los pequeños coches de línea que recorren el país, siempre abarrotados de viajeros y rebosantes de equipajes y mercancías.

CIUDAD DE ZINDER. MISIÓN CATÓLICA.

Otro punto clave para el tránsito de emigrantes se localiza más al este, en la ciudad de Zinder, antigua capital de Níger. Quienes flaquean en el camino, abatidos por enfermedades o accidentes, suelen acudir en busca de ayuda a la misión católica, donde cada día llegan dos o tres infortunados pidiendo amparo.

CALISTUS BALABORÉ (sacerdote)

Hace tres días que este hombre está aquí. El día que llegó le di un litro de agua, un litro y medio, y se lo bebió de un tirón. Comprendí que no estaba bien. Le di algunas cosas de comer y después creí que se había ido. Pero volvió, sin decirnos nada. Y hoy nos lo hemos encontrado aquí, tumbado, enfermo.

CAMIONES EN LA CARRETERA HACIA EL NORTE
VISTAS TURÍSTICAS DE AGADEZ.

Meca del llamado turismo de aventura, la ciudad de Adegez --famosa por su mezquita y otras construcciones tradicionales de adobe-- se ha convertido en el eje principal de las rutas que conducen al sueño europeo.

ESTACION DE AUTOBUSES DE AGADEZ.
ABUBAKAR.

También aquí, la estación de autobuses sirve como punto de encuentro entre emigrantes y traficantes. Pero, a diferencia de Maradi, tanto los viajeros como los vehículos que los transportan resultan invisibles. Porque la complicidad de la policía y las autoridades locales exige una absoluta discreción. Sin embargo, todo el mundo conoce a los principales patronos de la emigración clandestina: como el famoso Abubakar, que se muestra inquieto por nuestra presencia.

JACQUES BANAOC (trabajador social)

Los camiones están generalmente guardados en casas, en propiedades privadas. Están ocultos, porque todo este asunto es clandestino. La gente se lo monta en sus propias casas. Porque cada uno tiene su agencia, tiene sus redes, y se organiza de modo de conseguir el mayor número de beneficios.
-- ¿Es un buen negocio?
-- Sí, es un negocio. No está mal. Por lo menos, da para vivir. Permite vivir.

BRONCA EN UNA AGENCIA DE TRANSPORTES

Cuando entramos en una agencia titular de varias líneas de autobuses, fuimos rechazados y expulsados tras una agria discusión. No cabía esperar otra cosa, ya que nuestro trabajo representa una amenaza para el más sucio y floreciente de cuantos negocios se hacen en la ciudad.

EN CASA DE OTRO TRAFICANTE

Lógicamente, tampoco fuimos bien recibidos en casa de uno de principales transportistas clandestinos de la región, que se negó a mantener una conversación con nosotros.

ENTRADA EN CASA DEL TRAFICANTE ISAH

Sin embargo, ya bien entrada la noche, el mismo traficante que horas antes nos había echado de su oficina nos invitó a visitarlo en su domicilio particular. Sabía que lo habíamos filmado y, ya sin más testigos que nuestra cámara, pretendió justificar sus actividades.

ISSA IKILILA (traficante)

La gente pasa por aquí hacia Tamaraset. Es obligatorio que lleven un visado. No lo tienen. Es culpa suya. Pero allí, en Tamaraset, hay tipos que meten a la gente en sus vehículos y que la llevan hasta Marruecos. Una vez allí, encontrarán marroquíes que se dedican a llevar gente hasta España. Esto es África, eh. Esto es África. Hay un problema de trabajo. Es un viaje peligroso. Pero, ¿qué puedo a hacer yo? Si les digo a los pasajeros que no deben partir, me van a cortar el cuello. Si un pasajero llega a mi oficina, tendrías que estar allí para verlo, y le digo que no lo puedo llevar y que se vuelva, me dirá que soy un imbécil. Me dejará, se irá a otro lado y encontrará alguien que lo lleve. ¿Ves el problema? No puedo hacer otra cosa. Ellos vienen, traen el dinero, y yo lo cojo.

MERCADO NOCTURNO

Al abrigo de la oscuridad aún tendríamos ocasión de encontrarnos con otro de los muchos empresarios dedicados al transporte de emigrantes sin papeles. Nuestra charla transcurrió en uno de los bares donde suele cerrar sus tratos.

MOHAMED ABDU (traficante)

Mañana por la noche, entre las cuatro y las cinco de la madrugada, hay un grupo que va a salir hacia Yanet, en dirección de Marruecos y España. Los nigerinos que tienen pasaporte y que van a Libia se detienen en Yanet. Porque es la intersección hacia Libia o Marruecos. Ellos pagan el billete a 30.500 francos. Los ganeses, nigerianos, segaleses o malianos que no tienen pasaporte, pagan 55.000 por el mismo trayecto hasta Yanet. Desde allí se encaminan a Manea, en Marruecos. Y desde allí, se dirigen a España. Los pasajeros que no están en regla, que no tienen pasaportes, tienen que pagar más dinero que los nigerinos. La policía les deja pasar. Basta con cumplir las formalidades en el puesto de policía, llenar los impresos, y los dejan salir. Los países europeos no conceden visados, es muy difícil. Así que los africanos tienen que ir de cualquier modo. Incluso aunque puedan morir, van a partir.

GRUPO DE AFRICANOS JUNTO A UN MURO.
VR HABLA CON ELLOS. ENTRAN EN UNA CASA.

Finalmente, conseguimos localizar uno de los pequeños guetos donde los emigrantes clandestinos permanecen confinados, esperando el momento de viajar. Un grupo de cameruneses nos reveló que los propios traficantes regentan estos escondites y les proporcionan algunos trabajos, hasta que logran ahorrar el importe de su alojamiento y transporte.

HABITACION DE LOS EMIGRANTES

Una decena de muchachos comparten esta habitación sin ventanas, bombillas ni muebles. Escritos en las paredes, algunos graffitis proclaman sus esperanzas.

ENTREVISTA CON GRUPO DE CLANDESTINOS

UNO: Quiero llegar a algún rincón de Europa, tal vez en Inglaterra, donde tenga la oportunidad de realizar mis sueños.OTRO:
Hemos emprendido la ruta clandestina desde nuestro país, porque según nos dijeron pasando por aquí lograríamos llegar a Europa. Bueno, hemos llegamos hasta aquí pero ahora nos encontramos bloqueados. No sabemos aún si lograremos continuar y llegar, si tendremos la posibilidad de intentarlo. Porque estamos bloqueados por falta de recursos financieros; ni siquiera para comer tenemos dinero.


OTRO: Cuando llegamos todo el dinero que traíamos se había esfumado. Los policías que encontramos en el camino nos robaron todo lo que llevábamos. Y por eso ahora estamos como estamos.

UNO: A lo largo del viaje nos han despojado de todo, en los puestos de control policial nos golpean, nos roban, nos arrancan las cosas, nos quitan cuanto traemos. Y a consecuencia de eso sufres y te sientes ultrajado. Pero no puedes protestar porque no tienes los papeles en regla.

OTRO: Yo estaba en Costa de Marfil, aunque soy de Burkina. Cuando empezó la guerra en Costa de Marfil, mataron a mi padre y después mataron también a mi madre. Ahora me encuentro tirado aquí y no sé qué voy a hacer. Me metí en este viaje hasta aquí y ahora me encuentro sin nada.

BRONCA CON PROPIETARIO.
BAJADA DE ESCALERAS

La charla terminó bruscamente, cuando el propietario del gueto descubrió nuestra presencia. Pero no era cuestión de discutir y comprometer a unos muchachos indefensos, que aún habrían de enfrentarse a muchos momentos de tensión.

HOMBRES TREPANDO A UN CAMIÓN, QUE ARRANCA Y SE ALEJA POR EL DESIERTO.

Todavía les quedaba por realizar la parte más dura de su desesperado viaje al norte: días y noches inciertos, atravesando el Sahara a bordo de camiones abarrotados; y después semanas, tal vez meses, de grandes penurias hasta llegar al sur de Europa. Pero no hay dificultad ni riesgo alguno capaces de detener esta marcha, lenta e inexorable, emprendida por miles de desheredados, empujados por la necesidad, con la irrenunciable ambición de conquistar una prosperidad que permanece desterrada del continente africano, empobrecido y condenado a vivir en la miseria.

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Un reportaje de:
VICENTE ROMERO
OUTI SAARINEN

Imagen y sonido:
ALEJANDRO COVES
CARLOS DÍAS OLIVÁN

Montaje de vídeo:
ALEJANDRO CID
PACO ROZAS
 

 
 
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Última actualización:
06-Aug-2006
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